7 razones para no dejar tu perro al cuidado de un particular
Está muy de moda la utilización de servicios particulares para la guarda de nuestros pequeños de cuatro patas. Estos servicios, en negro o en B, realizados sin licencias y defraudando a Hacienda; puede parecer una mejor alternativa para el cuidado de nuestras mascotas. Pero ¿lo has pensado bien? Estos son los motivos por los cuales NO te recomendamos la utilización de un particular.
1.- No tienen permisos. Sin permisos no hay seguridad
Un decreto de ley en España indica que para realizar cualquier actividad económica con mascotas, ya sea la cría, residencia, adiestramiento incluso las adopciones entre otros; debe de solicitarse un número de Núcleo Zoológico, autorizado por la diputación, junta o xunta o generalitat correspondiente. Esta estará vinculada a la licencia de la actividad correspondiente emitida por el ayuntamiento, el cuál que vigilará que el centro este habilitado y acondicionado para el cuidado de las mascotas, sin que las actividades supongan una molestia para la vecindad o un impacto medioambiental.
Estos dos permisos hacen posible el control de los animales, de los trabajadores del centro y del mismo centro. Al dejar nuestra mascota con una persona sin autorizar, se estará realizando una actividad económica sin centro habilitado ni autorizado, y por lo tanto, sin estar sujeto a los controles necesarios que aseguren el bienestar de nuestro animal.
2.- No son responsables (de lo que ocurra)
La persona particular que hemos elegido para cuidar de nuestra mascota mientras estamos de vacaciones puede parecer responsable, pero de entrada, podemos asegurarte que no lo es ya que para trabajar con mascotas hay que pedir el permiso arriba mencionado (Núcleo Zoológico). Sería como si el conductor de nuestro autobús lo hiciera sin carnet.
Además nos encontramos que cualquier incidente que ocurra con nuestro animal (accidente, ataque a personas, pérdida, destrozo de mobiliarios personal/urbano, maltrato animal, etc.) es nuestra responsabilidad. Eso significa que la acción de la justicia primero caerá contra el propietario, y luego, si tiene suerte y puede demostrar dicho servicio, deberá de pleitear contra la persona en la que confío.
Un centro con Núcleo Zoológico en cambio, acepta el cuidado de la mascota y dispone de un seguro de Responsabilidad Civil que responderá ante cualquier problema que surja. En caso de enfermedad, accidente, o destrozos al mobiliario urbano, ellos asumirán su responsabilidad y tendrán que asumir las consecuencias legales.
3.- No son profesionales autorizados
Un profesional, es como indica, una persona que dedica su vida a la profesión elegida. No es lo mismo un particular que ha conocido el perro de sus padres y el de su vecino y nunca ha tenido que verse con casos de ansiedad, agresividad, insomnio, problemas digestivos, apatía… que un profesional con años de experiencia, cursos y/o formación
Del mismo modo, una residencia de mascotas tiene que tener un veterinario determinado vinculado al núcleo y que sea de la zona; incluso hay núcleos que tienen veterinarios en plantilla. Al más mínimo problema, lo llevarán a una revisión. Esta situación no suele ser posible en el caso de los particulares, ya que suelen ofrecer sus servicios para apoyar una economía precaria, y no podrá asumir los gastos veterinarios que se deriven de la situación excepcional.
4.- No hay vigilancia
Por muchos que nos engañemos, una persona particular no podrá estar vigilante de nuestro perro las 24 horas del día. Tendrá que ir a trabajar, al médico, a comprar comida, a recoger a los niños, a despejarse, o a lo que sea. Durante ese tiempo dejará a nuestro animal solo, en un entorno no controlado o en su caso, metido dentro de una jaula/trasportín pequeño las horas que sean necesarias. Entendámoslo: No es su trabajo, es comprensible que se ausenten.
Un Centro autorizado suelen estar vigilantes las 24 horas del día, con una persona pendiente hasta de noche, personas viviendo en el mismo centro, y pendiente de sus necesidades durante todo el día.
5.- No sabes dónde, quién ni cuantos perros tienen
Por la Ley de Protección de Datos, un particular puede reservarse el derecho de mantener en silencio el lugar donde vive, que es por supuesto, el lugar donde tendrá a nuestra mascota. No sabremos si estará en ese domicilio o en cualquier otro, sólo o acompañado por otros 5 o 10 o 20 perros, muy cariñosos o no pero un poco dominantes en cuanto a la comida y sus juguetes.
En los centros caninos más modernos, incluyen cámaras de video vigilancia para poder asegurarnos de que nuestros peluditos estén bien desde el lugar de nuestras vacaciones las 24 horas del día. Y si el centro de nuestra elección no tiene esa opción, siempre tendremos la seguridad de que bajo ningún concepto se trasladará a nuestro animal a otro lugar. Siempre se encontrará en el centro donde lo dejamos.
Nos ha ocurrido en varias ocasiones encontrarnos con aplicaciones que ofrecen cuidados de una supuesta actividad no regulada ni existente en España: “canguros de perros” lo llaman. La cuestión es que movidos por la curiosidad, nos registramos con perfiles completamente falsos y cuál fue nuestra sorpresa cuando nos ofrecieron esa misma semana varios “trabajos” cuidando de perritos en nuestra zona. Recordemos que habíamos completado nuestro perfil con datos completamente falsos, ya que ni copia del DNI nos pedían.
De haber aceptado cuidar a esos animales, el dueño se hubiera encontrado que estaba dejando su amado perrito con una persona que ni nombre ni dirección eran reales. E inlcuso haber desaparecido con él, sin dejar rastro.
6.- No pagan impuestos
Nuestra sociedad, mal que nos peses, está sustentada por los impuestos que paguemos todos los contribuyentes. Trabajar en negro, a largo plazo, repercute en todo nuestro bienestar: sanidad, educación, carreteras, salud, etc. La excusa de que los políticos roben o los bancos estafen no sirve de excusa ante la correcta ética social, que indica que debemos cumplir con nuestras obligaciones económicas.
Huelga decir que los particulares no pagan dichos impuestos. Los centros caninos en cambio deben pagar un total del 21% de IVA de todos los servicios ofertados, lo que repercute por supuesto en el precio final. Pero pagar por ello hace que estemos contribuyendo a esta imperfecta sociedad nuestra.
7.- Sus vecinos tienen que padecerlo
Por último pero no menos importante… está la cuestión de los vecinos. En el primer punto sobre las licencias hemos dicho que estas están para demostrar que no se molesta a la población con la actividad realizada, al igual que ocurre con un bar/discoteca. Es comprensible pensar en los vecinos en los casos en que un particular cuida a un perrito, ya que estos se encuentro por lo general un poco afectado: están es un ambiente desconocido con unas personas que no son su familia. Los ladridos, aullidos, y demás cantos a la tristeza son especialmente sonoros en estos casos.
Seamos cívicos en todos los aspectos de nuestra vida, y más cuando se trata de las mascotas. No ha todo el mundo le gustan, y tienen el mismo derecho que los demás a descansar por las noches.
Es por estos motivos que desde ASCELCRE solo recomendamos la utilización de los servicios de hotel, residencia o guardería de aquellos centros legales y con Núcleo Zoológico.
Fuente: Ascelcre